De las cosas más grandes de España, tenemos algunas que le son como el vino, el aceite de oliva o la sidra; es decir, fruto de su polvo y su sangre, hijos muy hijos de esa tierra en la que todavía pareciera que la gente puede creer en molinos y en gigantes. Hablo, entre ellas, de dos de las mayores voces de la lengua española, cada cual con su estilete: de un lado, Joan Manuel Serrat, poeta y voz de los poetas; del otro, Camarón de la Isla, esa voz de acero fundido y rayo que amenaza con matarme de alguna emoción fuerte cada vez que la oigo. Y, precisamente, me acabo de dar con un gratísimo video en que el uno da el pie al otro para que cante La saeta (la versión serratiana del poema de Machado) al rasgueo de la guitarra flamenca. Qué par de maestros... le recuerdan a uno lo pequeño que es, ¿no?
Preferiría no hacerlo 2
Hace 9 horas
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