Ando, para variar, repartido entre lecturas, repartiendo mi tiempo (y lo que me queda de espíritu) entre páginas y autores distintos. Ya se imaginan: tanto que leer, que esta vida que para casi todo lo demás parece hacerse tan larga e intragable, se queda corta. Y, entre estos libros, hay uno al que me he dedicado la última semana, y sobre todo los últimos días, que me gustaría comentar brevemente: la Introducción a Hedegger de Gianni Vattimo.
Ciertamente, el de Heidegger es un universo fascinante, amplísimo y, además, sumamente complejo. Su obra filosófica, una de las primeras en plantearse más como un análisis o una descripción que como una construcción teórica, ha sido explotada por todas las disciplinas, no sólo la filosofía sino también la teoría literaria, la semiótica, la antropología, la psicología y etcétera; y, definitivamente, es un universo que vale la pena explorar a fondo, leyendo y releyendo, pensando mucho, masticando conceptos y, de cuando en cuando, acompañándose con una cerveza para pasar los párrafos más duros. Poque el problema puede ser precisamente ése: que este universo tiene la forma de un laberinto en el que es muy fácil perderse, volverse sobre uno mismo y darse contra una pared antes de cerrar el libro con el signo de interrogación más grande del mundo dibujado en el rostro.
Por suerte para nosotros, hay pensadores dispuestos a pasarnos una aspirina y, como buenas Ariadnas, ayudarnos a salir indemnes y victoriosos de los laberintos que Heidegger ha dispuesto para nosotros. Entre los italianos, algunos de los que mejor y con mayor claridad han expuesto el pensamiento de Heidegger son Niccola Abbagnano y Giovanni Reale. Pero el caso de Vattimo es particular porque representa el paradigma de la claridad, que ciertamente hay que agradecer. Introducción a Heidegger es un libro que va repasando, paso a paso, la obra filosófica de Heidegger, sin dejar de lado el proceso intelectual que lo fue guiando. ¡Y todo esto en menos de 150 páginas! Realmente increíble.
Con todo esto no trato de decir que ya no sea necesario leer Ser y tiempo y todos los demás. Lo que digo es que este librito de Vattimo es una gran introducción, como para asfaltar el terreno, y luego es muy útil para aclarar algunos conceptos que, a lo mejor, se nos han escapado en su momento. Además, es muy sugerente el hincapié que hace el italiano sobre la hermenéutica que plantea Heidegger (claro, hay que recordar que el tema central de Vattimo es la hermenéutica, y que además fue discípulo del más grande de los filósofos de la hermenéutica, Hans-Georg Gadamer), que fue quien, de hecho, llevó la interpretación a ocupar ese lugar central en el análisis de la existencia, y con una lucidez con la que otros como Husserl ni siquiera hubieran podido soñar.
Dejo, pues, el libro sobre la mesa, a ver si alguien se anima a recorrer sus páginas. Yo aún no he podido avanzar demasiado con la lectura (tomando en cuenta lo corto que es), pero desde ya lo recomiendo.
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