Disculparán el largo silencio de esta semana, pero ya saben: las agendas no tienen corazón, el sadismo de los relojes... en fin, que ese tipo de cosas. Pero todos vuelven, como dice la canción, y esta vez a mí me tocó volver a estos lares, porque no podemos dejar de lado nuestras tradiciones, y esta de la de los sábados es una que me gusta mucho, así que veamos: lo que he traído este fin de semana, en alas de la resaca, es un tema de eco urbano, con alma de blues. Una canción que no le teme a las calles frías, ni a los tiros, ni a la policía. Qué demasiao (Una canción para el Jaro) es uno de los temas más "Clásicos" de ese genio llamado Joaquín Sabina. Se hizo conocida también en voz de Pulgarcito, un malogradillo hoy casi olvidado que fue apadrinado por el ubetense allá por el inicio de su carrera, y del que luego poco se ha sabido. Pero en fin. El tema es de una frescura especial: cuando digo que tiene alma de blues, no sólo lo digo por el ritmo y los acordes (aunque a primera oída muchos me dirán que eso no tiene de blues pero ni la "B", escuchenla con atención y a lo mejor y se ponen de acuerdo conmigo), sino también por su tema (la historia o retrato musical de un delincuente de esos clásicos de los tiempos de la movida) y por su lenguaje, que no teme ni a los cultismos ni a la jerga más agria, lijosa y poética. De paso, echen una ojeada a las pintas, porque Sabina hace mucho que no se ve (ni suena) así, y ni qué decir de Pancho Varona (en la guitarra). Yo, entretanto, repetiré mientras la tarde me va aplastando: qué demasiao, qué demasiao...
sábado, 4 de diciembre de 2010
La del sábado: Joaquín Sabina - "Qué demasiao"
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