Sí, así de pronto volvemos a recurrir a Joaquín Sabina en nuestra sección de los sábados. Y esta vez, es para dedicarle un temazo al Tripi, que nos ha hecho la semana con sus "Tetitas de miel" en el pato, dejando de paso un listín telefónico con el contacto de algunos de los camellos de más dudosa reputación del bajo mundo hispano. Y por eso hoy nuestra rockola de la desesperación (ya saben: el dulce infierno de las resacas sabatinas) va a traer a sonar Como en Chicago, tan bluserita, tan urbanita y tan de todos, tan de nadie. Y, como quien no quiere la cosa, servirá para que alguno entienda por qué elegí este título para una de las notas críticas que publiqué hace un tiempo aquí en el Café. Las cosas como tienen que ser, y los placeres y los vicios de cada quién, bien puestos: botella en mano, pucho en boca, el paquete en la mano y que cada cual vaya tirando por el camino que más le convenga, que el destino es siempre el mismo para todos. Por eso, pues, por eso, y prohibido prohibir. E, insisto, por el Tripi, carajo, con un abrazo y con esa copa bien alta, como él bien sabe. Seguimos esperando el fin del mundo, sin darnos cuenta de que hemos estado bailando la macarena en pleno Apocalipsis desde el principio.
sábado, 21 de mayo de 2011
La del sábado: Joaquín Sabina - "Como en Chicago" (Para Tripi)
Sí, así de pronto volvemos a recurrir a Joaquín Sabina en nuestra sección de los sábados. Y esta vez, es para dedicarle un temazo al Tripi, que nos ha hecho la semana con sus "Tetitas de miel" en el pato, dejando de paso un listín telefónico con el contacto de algunos de los camellos de más dudosa reputación del bajo mundo hispano. Y por eso hoy nuestra rockola de la desesperación (ya saben: el dulce infierno de las resacas sabatinas) va a traer a sonar Como en Chicago, tan bluserita, tan urbanita y tan de todos, tan de nadie. Y, como quien no quiere la cosa, servirá para que alguno entienda por qué elegí este título para una de las notas críticas que publiqué hace un tiempo aquí en el Café. Las cosas como tienen que ser, y los placeres y los vicios de cada quién, bien puestos: botella en mano, pucho en boca, el paquete en la mano y que cada cual vaya tirando por el camino que más le convenga, que el destino es siempre el mismo para todos. Por eso, pues, por eso, y prohibido prohibir. E, insisto, por el Tripi, carajo, con un abrazo y con esa copa bien alta, como él bien sabe. Seguimos esperando el fin del mundo, sin darnos cuenta de que hemos estado bailando la macarena en pleno Apocalipsis desde el principio.
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6 comentarios:
Grandeeeeeeeeeeeeeeeeeeee,
Bullard,
Grandeeeeeeeeeeeeeeeeeeee,
Jajajajajajajajajajaja¡¡¡¡¡
Todo un honor, de verdad.
Mi más sincero agradecimiento.
Esa copa, Santi, bien alta, carajo¡¡¡
Bien, alta, hombre, como tiene que ser. Esa letra te cae a pelo.
Joder, es que las letras del Sabina...el cabrón las clava.
Es usted grande, Sr. Bullard.
Abrazos¡¡¡
Sabina es de los pocos tipos que ha sabido llevar con dignidad su progresía comunistona por sudamérica y no ser echado a los leones en españa.
Algo bueno tendrá!!!
Es nuestro Lennon.
Un saludo.
Y yo que pensaba que la peña me veía un poco mal porque me gusta Sabina. Pero la verdad es que sí, que las clava, y las escribe de la puta madre.
Santi, ostias¡¡¡, esa copa¡¡¡
A cualquiera que tenga dos dedos de frente le tiene que gustar Sabina. En mayor o menor medida, desde luego, pero hay que reconocer que es un pedazo poeta y un pedazo músico.
Abrazos¡¡¡
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