martes, 12 de octubre de 2010

"Nighthawks" (los de Hopper y los demás)



Es increíble que las cosas estén así: el Café de Desencuentro abrió sus puertas hace ya cerca de dos años y todavía (¡todavía!) no hemos hablado del hombre que no solo nos construyó y decoró el lugar, sino que también le puso la nota precisa al ambiente. Y no: no hablo de mí. Más bien, me refiero al hombre que pintó el cuadro que que es lo primero que cada uno de los lectores que ha caído por este blog-café-lo que sea ha visto: nada más ni nada menos que Edward Hopper. Y si le doy tantos méritos, es porque se los merece todos; es decir, ¿qué sería de este pobre espacio sin el maravilloso y... ¿cuál es la palabra? ¿Nostálgico, triste, melancólico? En fin, sin esa obra maestra que es Nighthawks, el cuadro más famoso de Hopper y, probablemente, de la pintura norteamericana. 
Claro que de Hopper se ha dicho mucho, y queda aún un infinito de palabras que decir. Como muchos críticos lo han hecho notar, su pintura trata de reflejar la soledad, el pesimismo y el vacío existencial que subyace en el fondo de la sociedad norteamericana (y del mundo, agregaría yo). Sus personajes, que cuando no están solos siguen estando solos, parecen postrados en ese momento en el que la esperanza hace mucho que se fosilizó en resignación, con lo que sólo queda dejar que los calendarios se agoten. Las miradas dentro del cuadro no suelen cruzarse (y las palabras, podemos imaginarlo, tampoco), y como no sea en los autorretratos, nunca hay una mirada que se vuelva hacia el espectador. Son cuadros en los que reina, de un modo u otro, el silencio. Y lo más desgarrador de todo el asunto es que, al final, no podemos dejar de reconocernos en ese cuadro, ni tampoco de sentir esa soledad en carne propia. 
Pero de toda esta galería de desencuentros (¿les suena esa palabra? ¿O se creen que escogí el cuadro de Hopper en vano?), no hay duda de que Nighthawks (que literalmente se traduce "halcones de la noche", pero que todo el mundo entiende que significa "Noctámbulos") es la obra máxima de este pedazo de genio. Y esto lo digo aunque suene trillado: que es su mejor cuadro, o al menos el que más me gusta a mí, y en el que más me siento identificado, o lo que quieran. Lo cierto es que, más allá de mis pareceres personales, es un cuadro que ha sido celebrado y aplaudido tanto por el público en general como por la crítica especializada (de hecho, hay quienes le han dedicado libros enteros, como Gordon Theisen con su Staying up much too late: Edward Hopper's Nighthawks and the dark side of american psyche, que hace un tiempo que quiero conseguir) y por ese sector tan difícil que es el de los creadores, al punto que músicos, cineastas, escritores y hasta dramaturgos han encontrado en Nighthawks una buena y rica fuente de inspiración. ¡Si hasta hay quienes  lo consideran uno de los precursores del film noir! Que claro, le debe el ambiente, ¿no?

Boulevard of the broken dreams - Gottfried Helnwein
 Claro que habría que hacer notar otro detalle, y es que Nighthawks probablemente sea uno de los cuadros más imitados y parodiados del mundo. Como la Gioconda o La última cena de Leonardo. ¿Quieren ejemplos? Vale: los tendrán. Quizá uno de los más famosos sea Boulevard of the broken dreams de Helnwein, en el que los personajes de Hopper son reemplazados por algunas figuras de la épica norteamericana contemporánea (Marilyn Monroe, James Dean, Humphrey Boggart y Elvis Presley); en otra versión, son algunos de los personajes de Los Simpsons los que están sentados a la barra; y porque los latinos nunca se quedan atrás, tenemos a Liniers, que ha hecho dos versiones del cuadro: una en la que los "Halcones" han sido reemplazados por pingüinos (Nightpenguins, digamos) y otro en el que vemos a los mismos personajes del original en su versión Liniers, con el agregado de la esposa de uno de ellos que se acerca al local con un rodillo en la mano. ¿Qué les digo? ¡Si hasta hay un blog que se dedica sólo a postear imitaciones y parodias del cuadro de Hopper! (Si no me creen, entren a barthopper.blogspot.com). 
Claro que todo esto sólo sirve para atestiguar una cosa: la magnitud de influencias que esta obra maestra de un verdadero genio ha tenido sobre nuestro mundo que, quizá, se parezca más a esos cuadros de lo que nosotros mismos estamos dispuestos a reconocer. Sé que últimamente hemos estado levantando muchas copas, pero creo que esta invocación lo amerita; y como además nunca cae de más otro trago, pues adelante: ¡Salud, halconcillos noctámbulos! ¡Por Hopper!

Claro que no podía faltar lo que viene: una breve selección de algunas imitaciones y parodias divertidas del cuadro de Hopper (desgraciadamente, no pude conseguir la versión con pingüinos que hizo Liniers). La fuente es "¡Toma Hopper!" (barthopper.blogspot.com), el blog que comentaba un poco más arriba. Sólo la última la tome de otro sitio (no recuerdo la dirección). Hay unas muy buenas, la verdad...






 

4 comentarios:

Julio Lopez dijo...

La verdad que los cuadros son bastante irónicos, sobretodo el de la última cena.

Telefonos Originales

fiona dijo...

Jo, me encanta! Uno de los más imitados del mundo y yo lo acabo de descubrir...bueno, nunca es tarde para descubrir un genio no? Voy a cotillear más obras ;)

1besico!

fiona dijo...

Otro que me ha encantado "Room in New York".

Santiago Bullard dijo...

Es que Fiona, te vas a topar con que todos son extraordinarios (al menos, todos los que yo he visto lo son).
Un beso

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