martes, 18 de octubre de 2011

Bichos asesinos 2 - Total, ¿abajo o arriba?


Cuando uno piensa detenidamente en las clásicas estrategias de reciclaje a las que recurre (tan típicas de las segundas partes que les inventan a las películas que han tenido éxito), uno tendría que admitir que Tremors 2 es una mierda y punto. Por eso, resulta fascinante que esto no sea así (no al menos del todo, o no mientras no le exijamos a una película que va de disparos y bichos antropófagos que tenga los brillos de Trouffault o Marco Ferreri).
Guiada por un guión ágil, que lleva de una situación a la siguiente a muy buen ritmo, la segunda película de los Grapoides lleva la emoción a otro nivel: si en la primera regía ante todo el suspenso de unas orugas enormes que acechaban desde debajo de la tierra, ahora la trama evoluciona al miedo crudo y directo, cuando los bichos salen de las profundidades en su versión de bolsillo, pero igualmente mortíferas. Claro que hay un par de detalles que no terminan de quedar claros (¿qué son los mini-grapoides? ¿las crías de los grandotes, su versión post-metamorfosis o su siguiente paso en el camino de la evolución? ¿y por qué de pronto se parecen más a reptiles que a bichos?), pero tal vez eso sea lo de menos. Es una de las cosas que me gustan del cine de acción en general (que no es todo, vamos): que puede sentarte a disfrutarlo y echarte unas risas sin necesidad de romperte la cabeza, a menos que quieras hacerlo. Por lo demás, el único personaje de la primera que se hace extrañar es el de Kevin Bacon.
En términos generales, pues, diré que se trata de una película divertida, perfecta para un domingo por la noche, a la que no es necesario (ni pertinente) exigirle más de lo que nos dá. De acuerdo con que no es, ni de lejos, una pieza maestra del cine, pero no sólo de piezas maestras se vive.
Ahora, que sé que hay otras dos películas de la serie de Tremors, pero no las he visto, y no sé si llegue a hacerlo (uno nunca sabe). En la tercera, el protagonismo recae sobre el loquito de las armas y las explosiones, que tal vez sea el personaje más memorable -o en todo caso divertido- del reparto; y la cuarta, que tal vez haya sido excesiva (cosa que no afirmaré, porque no la he visto), se traslada a los tiempos del viejo oeste. ¿Exceso de los productores gringos? Supongo que sí, pero al menos no es algo a lo que no estemos acostumbrados.

5 comentarios:

Tripi dijo...

Bu, Bu, Bu, Bullaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaard,

Bullaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaard¡¡¡

Ostiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡

No la he visto, Santi, de hecho no sabía que existieran secuelas de "Temblores".

Me gusta esta nueva sección de pelis de bichos, y además hay un montón.

Eso sí, es importante que el bicho sea siempre cutre, como, por ejemplo, el tiburón de Tiburón III, que parece una mortadela.

Esa copa, Santi, esa copa¡¡¡

fiona dijo...

No he visto ni la 1 ni niguna de las secuelas...estas pelis de bichos grandes no me gustan demasiado...que luego le cojo miedo al mar como cuando vi tiburón, joder, todo el rato mirando para el fondo por si veía una aleta!!!

1besico!

Santiago Bullard dijo...

Tripi: Es verdad, los bichos tienen que verse siempre un poco falsos, como Carmen Electra en sus últimos años (pensar que estaba tan buena...). Por cierto, que la sección fue ideada para hacer tres pelis. Ya solo falta una, de momento.

Fiona: A mucha gente le pasó con Tiburón... Igual estas pelis, las de "Tremors" son más divertidas que asustadoras. Un beso!

Liebre de Marzo dijo...

Si... generalmente las segundas partes pelis muchas veces dejan mucho que desear…
Para el negocio de Hollywood nunca es tarde para convocar o hacer “remakes” siempre esta reciclando: Duro de matar o Terminator son grandes ejemplos, como dices son pelas que permiten una liberación una especie de catarsis de esta vida que ya no sabemos si la vivimos o la viven por nosotros, además el cerebrito descansa y se busca pasar un buen rato.
Ahora cuando he leído tu publicación sobre Tremors y que encima tenía secuelas... he retrocedido a mi niñez, recuerdo que la vi por tele nacional. Concuerdo contigo en que aquellas épocas los "efectos especiales" como se les llamaba (ahora todo es pantalla verde)eran bastante precarios, pero bueno se hacia lo que se podía… jaja. Ahora si hablamos de esos efectos acartonados y medio falsos, tengo que decir que muchas veces me han gustado las pelas por esos efectos, nose.. me parece que en esa búsqueda había una naturalidad, en cambio el hecho de que ahora nos bombardeen de efectos y que todos tengan una similitud no me llega a convencer( es decir en algunos casos el 3d favorece)
Pero hay una pela que quizá hayas visto, Videodrome de Cronnenberg, que es una ejemplo de todo esos efectos que en aquellas épocas a nosotros nos resultaban wooooow.

Santiago Bullard dijo...

Liebre: Me gustaban esos efectos "especiales" de antaño, tenían una gracia única. Ahora, que los efectos modernos no me molestan, sino todo lo contrario: me parecen de puta madre. El problema es que hay directores que se creen que los efectos especiales bastan para hacer una buena película, y eso no es así (piensa, sino, en bodrios como "La guerra de los mundos" de Spielberg); pero, puestas de la mano de un buen guión, buen trabajo actoral y buena dirección, dan resultados EXTRAORDINARIOS (caso de "El origen", de Nolan).
Saludos, y bienvenido.

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