martes, 9 de diciembre de 2008

Last FM

No son novedad las paginas de Radio por Internet: ¿quién se va a sorprender? De hecho, pareciera que nuestro siglo hubiese olvidado el asombro (de donde nace la filosofía, segun Aristóteles). Sin embargo, pocas opciones ofrecen los servicios que Last FM: en lugar de empujarte a un azaroso mar de posibilidades musicales, tan poco conformes a los gustos tan a menudo, Last FM nos brinda la singular opción de crear una colección propia, a la que podemos agregar la música por título, autor o disco, a la vez que, por cada autor, ofrece una lista de autores similares o relacionados que nos permite ampliar no solo nuestro programa "radial", sino también nuestro conocimiento de bandas y artistas.
Luego, la música de tu colección es incluída automáticamente a una emisora personal, a la vez que puede ser ordenada en otras listas que uno mismo puede crear y configurar. Más allá de ello, puedes contactar con otros usuarios, ver sus gustos musicales y enviar mensajes. Todo un universo de posibilidades musicales.
Para acceder a la página en cuestión, ingresa la dirección web: http://www.lastfm.es/ y, una vez dentro, crea una cuenta. Es probable que debas descargar una versión de java, que la misma página te ofrecerá en caso que no la tengas. Y, luego, a buscar, conocer y escuchar. El índice ofrecido de autores y temas es enorme (no falta la presencia de un grupo como Frágil), y la satisfacción está asegurada.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Ceguera

Pasados tantos años de la publicación de la novela de Saramago, Ensayo sobre la ceguera, ha aparecido, finalmente, su versión cinematográfica, titulada Ceguera, ya estrenada en Buenos Aires, dirigida por Fernando Meirelles (director, entre otras producciones, de la sensacional Ciudad de Dios).
De sobra estamos acostumbrados ya a la común (y a menudo bizantina) disputa que se levanta al comparar la versión escrita con su equivalente cinematográfico; quepa, pues, señalar que la pleícula en cuestión, a este respecto, es bastante apegada a la fuente escrita (sin caer por ello en los excesos en que cae, por ejemplo, la última versión de El mercader de Venecia). Lo crucial, en el filme, sin embargo, es la fascinante interpretación visual de la novela: la sordidez de los escenarios, las imágenes grotescas y desesperadas, la confusión que nace del juego de penumbras (fiel al estilo con que esta escrita la novela, cuyo exceso de comas y carencia de guiones y puntos seguidos confunden, también, las voces) y, finalmente, la recurrencia al color blanco, cuyo sentido es obvio (la ceguera blanca).
Para aquellos no familiarizados con la novela, baste decir que narra la misteriosa epidemia de ceguera blanca que, de pronto, afecta a todo el mundo. La única que parece no caer presa de la enfermedad es la mujer de un doctor, que se convierte en guía y protectora de un grupo de ciegos, a través de la terrible realidad que les toca en suerte vivir.
Baste sumar, pues, que el despliegue de los caracteres más crudos y bajos de la humanidad, una vez puesta en situaciones límites, es captado con una intensidad digna del mismísimo Pasolini; la escenografía brilla por su perfección. Sin ser, pese a todo, una obra genial, la película es muy buena, y decididamente digna de ser vista.

Bienvenida

Saludos a todos aquellos que, por caminos erráticos o no, hayan venido a dar a este sitio, tan baldío como nuevo, y aun a la expectativa de un futuro que rebase los primeros latidos. Bienvenidas sean, tambien, la creatividad y la critica, la encomia y la polémica (siempre con educación, claro está), la charla y la opinión, aún el chisme, si no se le jalan los pelos. Este sitio pretende ser, pues, y como su mismo nombre lo indica, lo mas cercano posible a un café, con cuanto ello significa (claro que, para tomar café, habrá que hacérselo en casa), del desencuentro porque aquí no hay quien se vea el rostro, además de, hay que reconocerlo, cuanto de bello tiene tal palabra (en última instancia, el nombre de "Café Virtual" siempre me pareció aberrante y antipoético, más propio de un salón de chat que de nada). Así pues, que sean bienvenidos a lo que pretende convertirse en una comunidad, similar a la que se construye en ciertos cafetines y bares. Y, como hubiera pensado Bukowski, que la noción de comunidad nos brinde, ya que no esperanza, al menos algo con qué entretenernos y una que otra resaca.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...